Me pregunto como una persona puede hacerle tanto daño a otra
sin rozarla. Como ese dolor se puede clavar tanto y tanto con tan sólo palabras…
Lo último que ha salido de ti es que nunca sentiste nada por
mi, que ni siquiera te he gustado ni un minuto del tiempo que pasaste conmigo,
qué sólo éramos amigos y que ni si quiera sabes si me aprecias porque yo no te
doy de comer…
Tendría que aceptar esas palabras, si yo estuviera contigo
en base a nada, si tú no mostraras ningún interés por mi o si nunca lo hubieras
mostrado. Ahora debato conmigo misma sobre si lo que pasó sólo lo imaginé, pero
juraría que has dormido conmigo, que hemos quedado muchas veces, que me has
dicho que me quieres, que me amas, que si me ves con otro me matas. Me has
pedido sexo, me has besado, me has dicho cosas súper bonitas, me has hecho
llorar en cada despedida, te he visto llorar también, me has dicho que me echabas
de menos… Bueno, creo que no son imaginaciones y quizás tú también recuerdes
algo. Ahora dices que nunca te he gustado, aunque mil veces me has jurado que sí,
cuando a mi me daba algún bajón de autoestima por alguno de tus comentarios.
Todo este tiempo, ¿qué sentido ha tenido para ti? Para mi
mucho, quizás por eso estoy así ahora. Lo asumo, es más, LO SÉ. Sé que cuando
dices que nunca has sentido nada dices la verdad. Lo que me cuesta entender es
por qué la otra parte… ¿Por qué esa dependencia? ¿Por qué esas palabras?, en
definitiva ¿por qué querías engancharme tanto a ti? ¿Te ha gustado verme
sufrir? ¿Te sigue gustando? ¿Es simplemente que estás loco?¿ Qué no sabes lo
que quieres?
Me he hecho miles de preguntas todo este tiempo, y ninguna,
NINGUNA, tiene respuesta, aunque tu me la des, a la semana me dirías otra cosa
y no sé que creer.
La lógica me dice que si quieres o aprecias a alguien no podrías
verla sufrir, de hecho, NO PUEDO VERTE SUFRIR, pero yo te quiero, eso lo sé
100%. Así que si le hago caso a ella hace mucho tiempo que habría dejado de
quedar contigo y quizás ni me habría enamorado.
Luego esta la otra parte, que no sabría si llamarla
inconsciencia, corazón, alma… o estupidez. Pero esa parte se quiere creer todas
tus mentiras, se quiere creer el brillo de tus ojos y tus roces, tus lagrimas,
tus enfados, tus gestos, tu voz, tu risa… Desgraciadamente esa parte de mi
estaba desenfrenada y calló a la razón a base de recuerdos, fantasías y sueños.
Ahora la razón y la lógica me gritan juntas y aun así no te
sacan, sigo preguntándome cosas, cosas que NUNCA van a tener respuesta, porque
no la hay. Otra noche más habrá duelo. Otra noche más perdida. Para ti. Para mí.
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