No puedo girarme y volver atrás, contigo. Eso haría que perdiese el equilibrio y cayese. Y no, no hay redes debajo. Caí tantas veces intentando volver a ti que se desgastaron. Ahora caería al precipicio más hondo, para acabar estampada en el suelo.
También debo avanzar, quedarme parada implica caer, no puedo detenerme, pasos cortos pero firmes.
La trampa es cuando esa ligera brisa, no ayuda y me trae tu olor o tu voz. Esa si es traicionera, no se donde agarrarme para dejar de pensarte, porque es ahí cuando me quedo quieta y tengo que aguantar el pulso y la respiración para no caer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario